#verdaderamenteincreíbles

INTRODUCCIÓN       CAPRICHO ANDALUZ       EL MOLINO VIEJO       MONTEOLIVA ORO       DOMINIO DE LA ESPERANZA       LA PEDRIZA

En pleno corazón de Andalucía se encuentra situada la localidad de Cabra, en la confluencia entre las denominaciones de origen oleícolas Baena, Priego de Córdoba y Lucena, y enmarcada igualmente en la denominación de origen vinícola Montilla-Moriles.

Nos encontramos a 72 km de la capital de la provincia de Córdoba, en pleno «Parque Natural de las Sierras Subbéticas», y a una distancia de apenas 45 minutos de Granada y Jaén, 1 hora y media de Málaga, y a 2 horas de Sevilla.

Esta privilegiada ubicación propició desde época prerromana (al ser enclave fronterizo entre la Turdetania y la Bastetania) una importante actividad económica, comercial y cultural, que se mantuvo posteriormente en las épocas romana y visigoda, bajo la dominación musulmana (en la que Cabra fue capital de la extensa Cora a la que dio nombre), tras la Reconquista y en la Edad Moderna, hasta llegar a nuestros días en los que la ciudad de Cabra sigue siendo destino y

origen ideal para viajeros, emprendedores, investigadores, creadores, ... que encuentran en este bello rincón andaluz un lugar estratégico en el que poder desarrollar su actividad.

De las casi 23.000 hectáreas que conforman nuestro término municipal, el olivar ocupa actualmente algo más de dos tercios de la superficie total (unas 18.000 hectáreas aproximadamente). El típico y alineado verdor de todos esos olivares confiere al paisaje de estas tierras su impronta más característica.

Tres son las variedades de olivo predominantes en nuestras fincas: la «hojiblanca» o casta Lucena (que se extiende por todo el término y es casi exclusiva al sur del río Cabra, donde los terrenos son más fríos), la «picual» o marteña (que prefiere terrenos más cálidos y se cultiva preferentemente en el norte del término, abrigada por las cumbres) y la «picuda» o carrasqueña (que es la variedad de olivo idónea para la sierra).

La elaboración y comercialización de aceites de oliva de extraordinaria calidad, ha constituido desde siempre un pilar fundamental en el desarrollo local.

Del siglo XVIII tenemos constancia documental de la importancia de una almazara, el «Molino del Duque», que contaba con 18 prensas de viga.

En el siglo XIX llegan a censarse en Cabra hasta un total de 59 molinos de aceite.

Y ya en las estribaciones del siglo XX tienen lugar dos hitos fundamentales en la historia reciente de los Aceites de Cabra:

• por un lado la llegada, procedente de su Cataluña natal, de la familia Pallarés, fundadora en nuestra ciudad de la que llegó a ser, entre los años 40 y 50 del pasado siglo, «la mayor fábrica de aceite de oliva del mundo»

• y paralelo a este acontecimiento, la puesta en servicio del tramo cordobés de la línea ferroviaria Jaén - Campo Real, conocida como «Vía del Tren del Aceite», que partía de Linares y pasaba por Jaén, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, Vado-Jaén, Alcaudete, Cabra, Lucena, y continuaba hasta Campo Real, dando salida al

Puerto de Málaga a la metalurgia pesada de Linares y a los productos alimentarios de la más importante zona productora de aceite a nivel mundial, ubicada entre las provincias de Jaén y Córdoba.

En la actualidad Cinco Almazaras, junto a innumerables olivicultores, ingenieros, maestros de almazara, técnicos y trabajadores en general del sector oleícola, continúan cada día escribiendo un nuevo capítulo en la gran historia de los Aceites de Cabra. Siempre fieles a la tradición elaiotécnica de la que somos herederos, honrando con nuestro esfuerzo la memoria de quienes nos precedieron en esta labor y nos legaron su particular manera de ser y de entender la vida y el trabajo, y al mismo tiempo apostando por el futuro sobre las bases de la calidad, la innovación y el respeto al medio ambiente. Así nos presentamos ante ti ...

Capricho Andaluz, Hecoliva, Monteoliva / Cooperativa Olivarera de Cabra, Dominio de La Esperanza y Aceites La Pedriza, grandes productores con proyección internacional unidos a empresas familiares mediante un nexo común: la devoción por un producto de características excepcionales, nuestro aceite de oliva, nuestros aceites de oliva, que son fiel reflejo de todas y cada una de las personas que los hacen posibles y que, precisamente por ello, son verdaderamente increíbles.